todo el día perdido
Mis párpados no querían separarse...cinco minutos más me dije en sueños...como pude me levante perezosa, el exceso de la tarde anterior reclamaba sus efectos a mi estómago, me invadía una sensación de náusea y dolor, además de la tristeza que provocaba el roce de mi piel con las sábanas frías que me recordaba los eventos del día anterior.
-Pasa
-No, te espero afuera ya es tarde, date prisa
-Segura?
Afirme con la cabeza. La mañana era fresca pero en realidad no quería entrar a su casa. Me traía recuerdos, y yo huía de los recuerdos desde hacía un buen tiempo, no porque fueran malos o dolorosos, sólo pretendía no tener pasado. Rara vez visitaba a un amigo antiguo, y los actuales iban y venían, es decir, ya no tenía amigos. Las relaciones profundas con cualquier persona dejaron de ser una prioridad de pronto y en ese momento estaba incómoda, todo me parecía molesto, y comenzaba a entender porque.
Rodolfo fue la última persona con la que mantuve una relación así, profunda, quizá demasiado profunda y dolorosa, verlo ahora movía mis espinitas y no obstante había acudido a su llamada como antaño dejando de lado todo cuanto tenía que hacer, poniéndolo en primer término.
Después de él nada tuvo importancia, lo único que apreciaba como valioso era mi libertad, mi independencia, y procuraba resguardarla de cualquier persona que puediera perturbarla, por eso no visitaba amigos pasados ellos me ligaban a algo, por eso no creaba nuevos vínculos, ya nada entraba en mi círculo de intimidad.
Pero estaba Rodolfo. Un año antes habría acudido con alegría, emocionada entraría a su casa y me sentaría en su sillón inflable con forma de corazón (sí cursilerias). Pero esa mañana no, no estaba contenta y mucho menos emocionada, sólo angustiada, nerviosa y algo enojada por no haber podido negarme.
Como siempre tardó más de 15 minutos en estar listo (incremento mi enojo), cuando al fin salio evite sus ojos.
-Al fin, ya estaba desesperándome
-Por eso te dije que pasaras pero no quisiste
-Sí, sí. A donde vamos?
-Es por aca...
Por qué carajos me había buscado a mí, hacía un año que ni siquiera sabíamos de la existencia del otro, por qué ahora?
-Exactamente a donde vamos, por que tengo que acompañarte yo?
-Porque no confio en nadie más para esto, tengo un problema y sé que tu puedes ayudarme, cuando la veas entenderás por qué tú
-¿Cuando la vea? Me llevas a conocer a alguien, una persona es tu problema?
.....continuará....
-Pasa
-No, te espero afuera ya es tarde, date prisa
-Segura?
Afirme con la cabeza. La mañana era fresca pero en realidad no quería entrar a su casa. Me traía recuerdos, y yo huía de los recuerdos desde hacía un buen tiempo, no porque fueran malos o dolorosos, sólo pretendía no tener pasado. Rara vez visitaba a un amigo antiguo, y los actuales iban y venían, es decir, ya no tenía amigos. Las relaciones profundas con cualquier persona dejaron de ser una prioridad de pronto y en ese momento estaba incómoda, todo me parecía molesto, y comenzaba a entender porque.
Rodolfo fue la última persona con la que mantuve una relación así, profunda, quizá demasiado profunda y dolorosa, verlo ahora movía mis espinitas y no obstante había acudido a su llamada como antaño dejando de lado todo cuanto tenía que hacer, poniéndolo en primer término.
Después de él nada tuvo importancia, lo único que apreciaba como valioso era mi libertad, mi independencia, y procuraba resguardarla de cualquier persona que puediera perturbarla, por eso no visitaba amigos pasados ellos me ligaban a algo, por eso no creaba nuevos vínculos, ya nada entraba en mi círculo de intimidad.
Pero estaba Rodolfo. Un año antes habría acudido con alegría, emocionada entraría a su casa y me sentaría en su sillón inflable con forma de corazón (sí cursilerias). Pero esa mañana no, no estaba contenta y mucho menos emocionada, sólo angustiada, nerviosa y algo enojada por no haber podido negarme.
Como siempre tardó más de 15 minutos en estar listo (incremento mi enojo), cuando al fin salio evite sus ojos.
-Al fin, ya estaba desesperándome
-Por eso te dije que pasaras pero no quisiste
-Sí, sí. A donde vamos?
-Es por aca...
Por qué carajos me había buscado a mí, hacía un año que ni siquiera sabíamos de la existencia del otro, por qué ahora?
-Exactamente a donde vamos, por que tengo que acompañarte yo?
-Porque no confio en nadie más para esto, tengo un problema y sé que tu puedes ayudarme, cuando la veas entenderás por qué tú
-¿Cuando la vea? Me llevas a conocer a alguien, una persona es tu problema?
.....continuará....
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