Me estoy castigando creo, perdoname tú, por favor, que me perdone ella también.
Ya volví a mi aislamiento social, la única línea de contacto con el exterior es JL, el único contacto real que quiero mantener fuera de mi mundo fantástico, de mi cajita de cristal. Me estoy castigando me doy cuenta, cuanto bien haré al alejarme así me pregunto.
Una idea ronda por mi cabeza hace un par de semanas, día y noche la traigo, se me filtra entre mis demás pensamientos, es impertinente y no descansará hasta concretarse o definitivamente ser anulada por medio de algún artificio mental, que desconozco cual pueda servir para eliminarla.
Quien sabe, quizá se lleve a cabo, después de todo lo valioso que tengo es pasado, más bien tuve, ya no hay tanto que perder...

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