las caricias brotaron


Usualmente en nuestra vida diaria usamos múltiples formas de comunicarnos, la más común es la forma verbal, pero existe también el lenguaje corporal.

El problema es que tu y yo hablamos dos idiomas distintos, verbalmente hasta podría decir que nos repudiamos o para no exagerar dejémoslo en que nos toleramos mutuamente...pero nuestro lenguaje corporal hace lo contrario y en esta lucha de verdades, finalmente venció el lenguaje corporal.

Así, guardamos silencio y dejamos que nuestras manos y labios dijeran lo que de otra forma no nos permitimos oir...y las caricias brotaron y mi piel respondía a cada una de ellas.

Pero ese instante de aceptar la verdad, de unir nuestros labios haciendo una sola respiración, de vivir de tu aliento, se esfumó de la misma manera en que se desvanecio la primera vez y volvimos a nuestra rutinaria vida, evadiéndo miradas y esquivando preguntas.

Es tan grande nuestro miedo que preferimos anular nuestros sentimientos, dejando para los sueños esa noche como la primera, y seguramente como las siguientes...porque es absurdo pensar que todo termina al momento que inicia, porque no pudimos cumplir nuestra promesa, porque a pesar de decir que no volverá a pasar, seguimos buscando la oportunidad de estar solos y una vez más dejar que las caricias digan todo lo que no podemos decir por la voz.

Seguiremos buscando de una u otra forma el contacto de nuestra piel, un abrazo...un beso...y al final el silencio reinará.

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