Entre risas falsas y lágrimas disfrazadas
Aún no puedo evitarlo, de hecho me doy cuenta que es más fuerte que nunca aunque tan disfrazado, que parece tan sutil... apenas perceptible a la mirada sensible de quien me conozca lo suficiente.
No quiero mencionarlo aqui, pero también quiero gritarlo. El punto es que de nuevo y como siempre tengo que limitarme a no sentir o sentir lo menos que se pueda, y otra vez aparece el milagroso recurso de la razón, intelectualiza todo y es como quitarle lo ácido al limón, sólo queda ese saborcito agrio no tan molesto, que no te quema el estómago...
Y una serie de recursos acuden a mi mente, finalmente nadie es imprescindible, ni tan importante para ser el único...no obstante me duele, me quema, me desgarra tan hondo que me impide gritar, el dolor es tan agudo que ya no puedo reaccionar a él, me noquea, me aniquila.
Así, mi mente nada en un río de agua dulce y salada, en esa calma extraña antes de la tormenta, se pierde infinitamente en un ir y venir de alegrías infinitas, de entrega "total" y pérdida parcial, de amor absoluto e indiferencia...
Después de todo ¿qué es el amor? sólo fluctuaciones de emociones sin definir... y aún así, sé que le amo.
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