Espacios Vacios

A veces, entre el ruido de numerosas voces infantiles, entre el ruido de carros que pasan a grandes velocidades, entre las hojas de los árboles que piso cuando salgo del trabajo, a veces, entre el espacio que queda  sobre mi piel sin que la roce el viento, a veces, allí te siento.

Entonces me detengo a oler tu perfume sobre mi piel, una burbuja de ti con un espesor de dos milímetros me envuelve toda y yo sé que estás viéndome, que estas sintiéndome, que estás pensándome. Al cabo de un segundo vuelvo a abrir los ojos y avanzo, sé que la ilusión de coincidencia es tan real que estuve contigo por horas.

Luego llega la noche, el silencio de mis pensamientos, la oscuridad de mis ojos, el frío de mi piel y sé, que la coincidencia seguirá siendo una ilusión, que además va de paso buscando mejores tierras donde fecundar. Y pienso, ¿acaso sabrá tu noche lo que mi noche sufre? ¿Tal vez tu luna ve mis ojos, tal como mis ojos se prenden de ella? Y tus estrellas, ¿saben que brillan con la luz que mis manos suplican?

Mi almohada callada me acaricia el pelo, cuando tus manos faltan, y también sobre tus manos cuando estás…mis sábanas rotas dejan entrar más calor que las rendijas entre tus dedos cuando me tocas, pero aun así mi trémula  piel añora el contacto de tu alma cada vez que emerge de entre tus labios, sobre mis labios.


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