Soñante
Mi cuerpo quiere dormir. Sabe que
al hacerlo el espíritu se libera y puede marchar, separarse del cuerpo y volver
cuando despierte. Mi cuerpo quiere dormir todo el mes, quiere dormir
eternamente.
Le gusta recorrer el camino que van
dejando tus migas, la vereda que construyen tus pasos cada vez que vienes por
mí, y yo gustosa te sigo, aunque no pueda verte, en cada huella de ti que piso
me regales una verdad.
Regrésame a la noche perpetua
iluminada por tu cuerpo desnudo, lleno de luz radiante, blanco y envuelto en
aura tenuemente azul. Por favor, te imploro, permitirme contemplar tu rostro
sereno, la paz que recorre las líneas de tus palmas abiertas esperándome, que
se desvanecen como humo si me atrevo a tocarlas, déjame evaporarme contigo en
la noche, mientras vuelo a tu encuentro, mientras me pierdo en ti.
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