Bicicleta
Me gusta ser bicicleta, ¿te preguntas por qué?
No hay nada como el aire que cruza al través de mis rayos,
queriendo romperme siempre,
pero soy yo la que lo atraviesa.
Me gusta ser bicicleta porque no puedo imaginar mayor
libertad
que la que siento una vez que mis pedales se ponen en
acción,
y no importa quién haga girar mis ruedas,
si es hombre o mujer, disfrutará conmigo el mejor viaje,
Imaginará volar con el roce del viento sobre su rostro.
Esa persona podrá incluso manejar sin brazos,
Sin temor a perder el equilibrio,
mi naturaleza permite incluso que quien se atreva a
viajar conmigo
Lleve los brazos abiertos y los ojos cerrados,
Y seguirá sonriendo, al saberse seguro y libre, siempre
libre.
Más si yo no fuera bicicleta, ¿quién querría viajar
conmigo?
¿A dónde se irían las sonrisas, los gritos, la alegría?
¿Y la libertad? Qué sería de ella, qué sería de mí…
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