Deja el cuarto a media luz, puedes
tocarme.
Cierra tus ojos y extiende tus
brazos, estoy aquí, a un paso frente a ti.
Usa las yemas de tus dedos, ya
sientes mis labios, sigue, no abras los ojos,
mi boca está seca, puedes sentir el
leve temblor de mis labios a tu tacto,
pidiéndote y temiéndote más cerca.
Sigue, no sólo puedes verme siguiendo
las pistas que encuentra tu tacto,
puedes desnudar mi alma y no sólo mi
cuerpo.
¿Puedes sentir cómo me vuelvo
pequeña?
Mientras, tu mano va creciendo y yo
me acuno en ella,
ya estoy desnuda y tiemblo de frío;
no obstante mi piel se quema.
Tus manos yacen en mi cuello
apretando,
¿sientes mi vulnerabilidad?
No, no abras los ojos, concéntrate en
sentir cómo mi pulso se va agotando,
se hace lento y el miedo se va
extinguiendo mientras comienzo a perder el sentido.
...pero te arrepientes y aún no me
desmayo,
abres los ojos y con tu vista
desaparezco,
porque soy sueño, anhelo y
desesperanza...
cierra tus ojos que quiero estar
cerca,
cierra tus ojos, haz que los cosan,
no tengas miedo a la oscuridad en la
que habito,
no temas a las tinieblas en las que
entras,
que estás conmigo y
el cuerpo ya no es barrera.
Comentarios
Bellísimo...
Un beso desde mis Amanteceres.
Besotes