Camino
He intentado pasarlo por alto, no
detenerme a pensar qué está pasando. Pero después de todo no puedo detenerme
más. Dejé de lado mis ansias de sentirte cerca, dejé de lado mis ganas de
hablar diario, dejé de lado la tentación de que supieras todo de mí, dejé de
lado lo que quiero contigo. Voy a dejarlo aquí, pasarlo por alto y seguir de
frente. Te extraño. Ya soy niña grande y puedo dejarte ir, dejarte hacer y
deshacer lo que necesites. Te quiero. Tú tienes tu vida, tus proyectos, tus
tibiezas, tus verdades a medias, tus entregas a medias. Te deseo. Ya eres niño
grande para afrontar tus omisiones y elecciones. Yo afronto las mías y sé que
de vez en cuando, una vez cada tarde, quizá una noche cada dos semanas o una
vez al mes; haré una pausa en mi día-momento-mes para voltear a mi izquierda y
a mi derecha, girar sobre mi eje y ver hacia atrás pretendiendo encontrar tus
ojos a lo lejos, o tu mano en mi mano…sabiendo que no estarás, que no vendrás y
yo, no volveré.
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