Aprendiendo a surcar mares





¿Por qué? Porque quedo con una sonrisa estúpida durante varias horas después de marcharte. Porque actualmente eres la única persona que puede sonrojarme, que me obliga a repasar mi guardaropa al menos diez veces antes de verte, porque además contigo siento el deseo de caminar despacio y a tu lado, de mirarte tranquila a los ojos y evitar morderme los labios mientras tanto.

Porque no necesito pensar en qué decirte, en qué callar y en qué preguntarte; porque eres transparente, honesto y bueno. Porque eres niño y sabes tomar decisiones. Porque me gustas y me encanta cuando delatas que te gusto y te ruborizas.

Porque me nace el deseo de saber más de ti, conocerte y no estar pegada de ti todo el tiempo. Porque no quiero enviarte mensajes cada día, a cada minuto y verte una vez a la semana me llena y no sufro cuando te marchas.


¿Estás enamorada? No sé, no creo, quizá no aún o no del todo;  si así fuera, es un enamoramiento bastante racional, lo cual es absurdo. No obstante, me gusta lo que siento. Porque puedo mantener la ropa puesta, desnudando mi sonrisa.

Comentarios

Cuervo Nagâ ha dicho que…
¡Qué lindo, Suspiros!

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