Ha dejado de llover
Desde detrás de la cortina del ventanal puedo
imaginar la brisa, ¿para qué correr la cortina a media noche? Mi piel se estira
a la ventana queriendo sentir un poco de humedad helada, quizá así sienta al
menos frío. Afuera el silencio me suplica que salga a hacerle compañía, él solo
y yo sola, me dice, no puedo, contesto, es noche y me da miedo.
Es verdad, tengo miedo de salir. Además, ha
dejado de llover y yo sólo deseaba caminar bajo la lluvia a media noche.
Tampoco es media noche ya.
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