Cojamos. Cojo tú y yo, muleta.
Quiero coger –Le dice ella. –Es a mí. Se sorprende él, casi se esconde bajo la
banca del parque en el que están sentados.
No, no es a ti, es decir, no
estás mal claro, pero eres mi amigo, ¿cuántos años llevamos, ocho? No, no es a
ti. Pero quiero coger. Mira estoy llena; llena de desesperación, llena de
tristeza, llena de enojo, llena de soledad, llena de melancolía, llena de
nostalgia. En pocas palabras estoy llena de mierda, un montón de sentimientos
de caca que me tienen mal.
-Vaya, pocas veces te he
escuchado hablar así, jamás dejará de sorprenderme cómo puedes cambiar de un
minuto a otro y que la conversación de un giro de 360°
Sonriendo, responde mirando sus pies que se columpian en la banca sin tocar el piso. Nunca tocan el
piso, es una mujer pequeña de firmes y rudas decisiones. Se queda así mirando
mecerse sus pies, pensando y parece que nada la sacará de su ensueño.
-¿Qué pasa Estrellita, qué
tienes?
-Es sólo que todo es banal,
demasiado ligero en esta vida y a mí me pesa tanto. Cuando coges, así como lo
digo, COGER, con letras rojas y vulgares adornando un pito de mierda pintado en
una barda de barrio, todo se evapora temporalmente. Se queda el vacío y
entonces hay que llenarse de nuevo. Porque cuando coges no hay nada, no hay
amor, no hay soledad, no hay nostalgia, no hay melancolía, no hay tristeza, no
hay desesperación…en pocas palabras no hay nada; pero al final eso de lo que
estaba llena es absorbido por una enorme sensación de vacío y entonces tengo
que recomenzar de nuevo, puedo volver a llenarme…ojalá pudiera llenarme de
otras cosas menos cagantes.
-No sé qué decir, vamos, qué
quieres oír, no quiero que mi amiga vaya y coja así como dices, para vaciarse… yo quiero verte feliz, saber
que estás bien y si quieres tener sexo, ¡pues adelante! Pero por qué así tan
feo, tan bajo, ¡coger! ¡Eso qué!
-¿Quieres coger?
-¡Noo! Es decir, sí… o sea, no,
¡Ay ya! ¿Ves lo que te digo? Jamás cogería contigo, tú me importas y no podría
hacer eso, así sin que me importe porque yo sé que te afecta, que quizá conmigo
no sería solo “coger” así como lo dices y entonces no te vaciarias, y buscarías
llenarte de otras cosas que yo no podría dar. Eres mi amiga, lo hemos sido por
más de 8 años, te quiero y te cuido, ¿recuerdas?
-Recuerdo. Cojamos pues…
Se abalanzó sobre sus labios, lo
besó profunda y apasionadamente, se sentó en sus piernas, le lamió el cuello y
mientras su sexo se ponía caliente pudo sentir que el miembro de él comenzaba a
reaccionar. Él apenas respiraba, se quedó helado y sus manos posaban dos
milímetros encima del aire que rodeaba las nalgas de ella…ella, ella se detuvo
de golpe, le tomó el rostro con ambas manos, le miró fijamente a los ojos y
sonriendo dijo: Gracias por no tocarme.
Sin más se levantó de encima,
sonriente, muy sonriente le tomó la mano y comenzó a caminar rumbo a casa. No
era necesario decir nada. A los cinco minutos reían y bromeaban como siempre,
él hablaba de su novia, ella lo escuchaba atentamente y luego se echó a correr
para que la persiguiera.
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