Al leerte

Esto de blogear es un mundo alterno, aqui emerge mi alterego y me sentía feliz sin que supieran de mí sabiendolo todo. Me gusta acceder a los blogs de la gente que me sigue o me comenta, así he encontrado historias hermosas, tristes, locas, atrevidas y excitantes.

Así, una madrugada estaba yo metida en la lectura de un blog nuevo, un perfecto desconocido, hasta que checando su archivo en las entradas antiguas me sentí aludida, fue como una puñalada en el hígado, de inmediato reconocí a la persona y me sentí triste pues realmente me habían gustado sus escritos, su estilo, incluso le había comentado en una de sus entradas, una historia que me parecio intrigante.

Pero el darme cuenta quien era, pero más que saber quien era, mejor dicho lo que sentía respecto a mi, lo que pensaba de mí, lo que deseaba para mí... me alteró, me sentí mal, mal por esa persona, mal por mí porque ahora ya no podía disfrutar de sus escritos libremente pues siempre estaria esa sombra.

Me puse a pensar en todos los fantasmas que traemos cargando, en todo lo que vamos arrastrando en la vida que contamina nuestras relaciones. Probablemente si yo no me hubiera percatado de quien era, continuaría dejándole comentarios en sus entradas y quizá con el tiempo nos volveríamos lectores asiduos de nuestros espacios; y en realidad, yo seguiré leyendolo de vez en cuando, pero no puedo decir lo mismo de esa persona.

Y vamos, es un medio y un espacio en donde ni siquiera tenemos que vernos las caras y no obstante, aún así nos evitamos. ¡Cuánta mierda! Así igual en la vida rutinaria, en el encuentro día a día, mandamos al demonio a personas que no conocemos, las juzgamos, las criticamos, nos burlamos de ellas y las herimos, y todo por nuestros fantasmas, por nuestros propios dolores, por nuestra incapacidad de aceptación, por nuestro orgullo, por mil basura que al final nos impide enriquecernos, llenarnos de esa plenitud que otorga la convivencia con distintas personas, el dar y el recibir lo que venga, la riqueza de sentimientos que te deja compartir tu experiencia, tu vida con alguien más.

Nunca he sido exclusionista, he tenido amigos cholos, darketos, ñoños, nerds, chic@s banda, hij@s de familia, algunos que se drogan, otros que jamás han bebido una cerveza, desde los más persignados hasta los más valemadristas, y así me gusta, porque cada uno tiene su esencia, porque cada uno tiene su historia fea y su historia bonita, porque de cada uno me llevo algo y ha enriquecido mi vida.

A veces me da miedo caer en ese lado de la vida, en donde sólo puedo aceptar relacionarme con los que se parezcan más a mí, entonces salgo a la calle en busca de gente nueva, me presento a un completo desconocido o simplemente busco a un alma solitaria y comienzo a compartir, ávida por que me cuente su vida, su historia...

Comentarios

RIOL ha dicho que…
Fijaté de todo lo leido, me quedo con las etiquetas que has puesto al post: que ese remolino no marchite tu esencia... que su esencia fugaz recordada por el hallazgo, no te adentre en un remolino.

El pasado es maravilloso por el simple hecho de ser capaz de recordar, tu mente está despierta, es capaz de sentir nuevos momentos mejores.
aapayés ha dicho que…
Cuanta verdad y sentimiento tienes en tu entrada, cuanto amor nos entregas, y sobre todo pensar en ese detalle que para vos marca la distancia, y en ella, a partir de esos hechos se impregnan mas como muy bien lo detallas..

nuestro amor es y debe de ser con todos con el respeto mismo de la diferencia que todos tenemos con el ser ante los seres humanos que somos todos con defectos y virtudes, con colores o sin colores, la vida es una y nos impregnan de la ternura que nosotros también entregamos, me doblego ante tu presencia y te aplaudo con mucho cariño y emoción ante tu hermoso escrito, te dejo si como siempre mis saludos fraternos lleno de amor y cariño..

besos
y abrazo solidarios con las caricias de los versos mas tiernos que existan...

gracias por compartir tu preciosa entrada..

besos

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