Diez minutos
¿Se han puesto a observar cómo se
escapa el humo del cigarrillo al través de una ventana? El humo vuela libre
hacia el exterior, delgado y fino, casi imperceptible y siempre hacia el mismo
rumbo, como si supiera exactamente hacia dónde tiene que ir. Diez minutos
aproximadamente es lo que tarda en apagarse. Diez minutos y… ¿cuántas
bocanadas?
He visto un millar de personas
que cuando ven que está por terminarse dan tres bocanadas seguidas, como en un
intento de extraer hasta lo más mínimo de ese cigarrillo. Tres bocanadas en las
cuales el tiempo se detiene y toda su atención se concentra en ese cigarrillo.
Luego. Luego sólo queda aplastarlo en un cenicero y esperar el tiempo
suficiente para encender el siguiente.
A veces me pregunto si esos diez
minutos son los que perdemos por cada cigarrillo que fumamos. Pero como nadie
sabemos cuánto tiempo total será nuestra vida esa idea pasa a ser irrelevante.
Al final, al final sólo seremos una colilla más en un gran cenicero. Claro,
nosotros no somos cigarrillos.
Mientras nos vamos apagando
sabemos cada vez menos hacia dónde dirigirnos y en la plenitud no nos damos
cuenta que estamos encendidos, y cada día más es un día menos. En tanto,
seguimos matando cigarrillos, a solas o en compañía. Diez minutos menos y…
¿cuántas bocanadas?
Comentarios