La cordura eres tú

A veces sólo quiero oír tu voz. Su sonido me tranquiliza, tiene el mismo efecto relajante que escuchar caer el agua de una cascada lejana, imaginando sólo la fricción del agua con las rocas a su paso.

A veces sólo quiero percibir tu aroma suave, cálido...acurrucarme en él, sin tocarte, sin sentir tu abrazo, dejando que tu olor lo llene todo.

A veces sólo quiero tu abrazo. Escuchar los rápidos latidos de tu corazón una vez que me sientes cerca de tu cuerpo, para darme cuenta luego cómo van regulándose después de esos segundos de duda antes de tu abrazo. Entonces te quiero mudo y sin olor, para saberme libre, para saberme mía.

Sin embargo tu aroma me abrasa el alma, tus palabras son cadenas, látigos de verdugo y tu cuerpo...Entonces te quiero lejos. Te quiero ausente...El instante que sigue a tu despedida te quiero todo, te quiero cerca, te quiero mío.

A veces sólo quiero verte, para morderme el alma que en silencio sofoca un "no te vayas"

Comentarios

Entradas populares