Mi nombre es…



La última vez desperté llamándome Amanecer pero luego me volví a dormir y dentro del sueño profundo que me absorbía fui perdiendo el sentido no sólo del tiempo y el espacio, también el sentido de identidad y lentamente me fundía y era sueño.

El sueño se volvió vida y la vida era amor y alegría, en la metamorfosis fui deseo y anhelo, luego traición y esperanza y al final de cada escena quedaba la noche. Entonces era noche, luna blanca y cielo sin estrellas. En la confusión perdí mi nombre pues era tan cambiante mi esencia que nada ya podía definirme.

-Pero, ¿cómo te llamas?-dijiste. ¿Cómo podía explicarte que había perdido mi nombre mientras dormía? –Fui sueño –tartamudee, quizá sólo lo pensé, qué importaba en realidad qué había sido o cuál había sido mi nombre, lo que importaba es que justo en ese momento no sabía cuál era mi nombre, no tenía identidad, no tenía más que historias de sueños en los que cada vez era "algo" o "alguien" diferente.

Antes fui Estrella pero era tan lejana y él quería que fuera suya, saber que siempre al despertar me encontraría, sólo necesitaría abrir los ojos para verme, así me convertí en Amanecer. Fui desapareciendo al ser Sueño pero me esfumé al ser Vida, aunque no lo entiendo aún, si no soy Vida ¿qué eres tú que me percibes y preguntas mi nombre?

 

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