Los días han pasado, mi corazón poco a poco ha vuelto a encontrar algo de paz, me refugio leyendo, escribiendo, durmiendo; tuve que hacer algunos cambios más radicales en mi apariencia, pues me ayuda ver un reflejo diferente en el espejo.

El apetito aún no regresa, y en mis sueños sigues apareciendo de vez en cuando, en otro cuerpo con otro nombre pero sé que eres tú.

Me estoy reconciliando con mi vida, despacio, dolorosa y lentamente. Sonrío más y lloro menos, ya no pienso en lo pasado pero disfruto los buenos recuerdos, me acurruco en mi cama abrazando mi almohada fuertemente contra mi pecho y comienzo a soñar de nuevo…

Comentarios

Entradas populares