Deseo final


Esta noche llegaré a tu casa, tocaré a tu puerta y comenzaré a desabotonar mi blusa justo en el intante en que abras, te empujaré hacia dentro indicándote silencio y dejaré caer mi blusa al suelo al cerrar la puerta tras de mí.



Sin dejar de mirarte fijamente, seguiré empujándote hacia el cuarto, me acercaré a ti y morderé tu cuello, continuaré en tus labios asegurando así tu silencio; el silencio es la única regla entre los dos, es la norma tácita que nos recuerda que lo nuestro es pasional, sólo deseo carnal.



Te quitará la playera y lameré tu pecho, rasguñaré tu dorso y morderé tus hombros, iré bajando recorriendo con mi lengua por el centro de tu abdomen, intentaré desnudarte por completo y entonces me tomarás por los hombros indicándome que me levante.



Besarás mis pechos mientras recorres mi cintura y tus manos hábiles se deshacen de mi pantalón, me giras acorralándome contra la pared y comienzas a morder mi espalda y vas bajando...



Arrancarás mis bragas y el sostén, entonces me levantas entre tus brazos y abrazo tu cintura con mis piernas, me lanzas a la cama y veo tus pantalones resbalar por tu cadera deleitando mis ojos con tu miembro viril erecto.



Completamente excitada me pondré a cuatro pidiendo que me penetres salvajemente, que aprietes mi cadera y rasguñes mi espalda, esperaré mi primer orgasmo luego del cual cabalgaré sobre ti hasta sentir la convulsión de tu cuerpo, quiero ver tu rostro cuando alcances el clímax y morder tu pecho hasta dejarte marcas.



Cuando ambos terminemos, exhaustos y sin aliento, esperaré unos minutos mientras te quedas dormido y algunos minutos más contemplando tu sueño. Me quedaré con esa imagen que adoro tanto de tu rostro dormido y sereno.



Luego me levantaré con cuidado de no despertarte, iré a la cocina y tomaré el cuchillo, cortaré las venas de mis manos y recogeré mi ropa, saldré de tu caso dejando en el piso las huellas de mi paso; mis pies recorrerán por última vez aquel camino que hace un tiempo dio origen a nuestra historia, al llegar al parque me recostaré en esa banca que fue testigo del comienzo y allí esperaré, serena, su llegada...mi dulce y ansiada muerte.

Comentarios

Amanteceres ha dicho que…
Apasionada narración, espero que el final sea una simple metáfora...

Un beso.
ELWIMG ha dicho que…
Precioso relato, pero triste final, demasiada belleza para que acabe así, seguro cambiará.
M. Hunter ha dicho que…
Esa historia a pesar de tan trágico final fue bastante excitante... Casi podía imaginar que es una historia estilo Black Widow pero fue un giro bastante inesperado.

Me encantó el escrito y me gustaría poder platicar contigo algún día. Te dejo mi correo:

paradigmadelamisantropia@hotmail.com

Abrazos
suspiros ha dicho que…
Más que metáfora, el final solo es la prueba de que jamás fue una relación de solo sexo, es el clímax del dolor, es la muestra de que toda su vida le pertenece y perteneció solo a él para siempre.

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