La ventana


Vio su reloj de pared, las 3:00am y seguía dando vueltas en la cama, apago la lámpara de noche y salió al balcón semidesnuda. Algo la inquietaba y no lograba descubrir qué era. Aun tenía su olor impregnado en la piel, todo olía a él, sus sábanas, su cuarto, su cuerpo.

Encendió el tercer cigarrillo y entonces sintió que alguien la observaba, pero quién a las tres de la madrugada podría estar despierto que no estuviera enfermo como ella. Observó a su alrededor y se quedó fija la mirada en la ventana de la casa del frente. Creyó ver una silueta, incluso imagino un rostro viéndola directamente mientras ella hacía lo mismo.

Se miró semidesnuda, con una camiseta ajustada y transparente que dejaba ver sus senos grandes, unos shorts de mezclilla desgarrado, con insinuantes aberturas en el trasero y descalza. Pensó en lo perverso y excitante que sería que efectivamente alguien detrás de esas cortinas sucias estuviera observando sus movimientos.

Terminó de fumar su cigarrillo sin dejar de mirar esa ventana, estaba segura que alguien observaba detrás, excitada por la idea se deshizo de su camiseta y comenzó a apretar sus pechos y lamerlos de manera insinuante, perversa, con la mirada clavada en esa ventana.

Luego le dio la espalda a la ventana, dejo que sus shorts resbalaran lentamente mostrando su tanga roja, se agacho y comenzó a masturbarse locamente. La idea de ser observada por un extraño, de que ella no lo pudiera ver, de que no la pudiera tocar, de masturbarse en el balcón la llevó rápidamente al clímax.

Terminó agitada y con una sonrisa pícara, como quien dice que esto apenas comienza…

Comentarios

aapayés ha dicho que…
Pues si apenas comienza.. me ha gustado tu relato erótico.. esta excelente..

saludos fraternos
un abrazo.
El que miraba por la ventana de frente a tú balcón debe estar a la espera de más... No lo dejes con las ganas...

Besos rojos,
HR.
Desvanecerse ha dicho que…
Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado. George Eliot (1819-1880) Seudónimo de Mary Anne Evans. Novelista británica.
Despertar a la tentación hace que cualquiera se deslice en cascadas de valentía.

Besotes
Anonimo por adopción ha dicho que…
Me gustaría que tú fueras la que se desnuda frente a mí ventana.
suspiros ha dicho que…
Anonimo por adopción: ¿es una sugerencia? quizá pueda invitarte a mi balcón...

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